practicas de manejo suelos ganaderos
Para la mayoría de ganaderos la parte más valiosa de su patrimonio es el
ganado. Otros productores consideran más esenciales aún, la cobertura vegetal y
las aguas de la finca. Sin embargo, se puede argumentar que el suelo de la
propiedad es un patrimonio más importante, aunque subvalorado. Esto se
debe a varias razones:
- El suelo soporta todo el sistema productivo al sostener el crecimiento de la vegetación y la producción de forrajes para los animales.
- El suelo contiene el mayor depósito de agua de los agropaisajes tropicales.
- La formación, evolución y desarrollo de los suelos son el resultado de procesos mucho más antiguos y prolongados (milenios) que aquellos que dieron origen a la vegetación natural de los bosques o sabanas o a los pastos y forrajes ganaderos.
- El suelo es en sí mismo un ecosistema complejo moldeado por procesos geológicos, físicos, químicos y biológicos.
- Los animales y la vegetación pueden ser reemplazados con tiempo y esfuerzo, pero es mucho más difícil reemplazar los suelos perdidos o restaurar la fertilidad en los suelos degradados. Esto aplica también para los recursos hídricos.
practicas Manejo del suelo ganadero para reducir la erosión
Planificar el uso de la tierra en la finca
El punto de partida
debe ser una planificación de la finca orientada a concentrar la ganadería en
las tierras más aptas para esta actividad y destinar los terrenos más
pendientes a bancos mixtos de forrajes con árboles y otras actividades
forestales, agroforestales o de conservación. Se debe evitar el pastoreo en las
laderas y cerca de las quebradas, ríos, ciénagas y otros cuerpos de agua.
Preparación de potreros
Los ganaderos
progresistas, que entienden la necesidad de producir leche y carne conservando
los recursos naturales, deben aplicar los principios de la labranza de
conservación: el suelo no se remueve; la descompactación se lleva a cabo con
implementos apropiados como el arado de cincel o los subsoladores; se trabaja
sobre curvas de nivel y se emplean siempre coberturas vivas o muertas sobre el
terreno. Es necesario abandonar las prácticas destructivas de preparación de
los potreros que involucran el uso del fuego, el arado de disco, la rastra
pesada y la eliminación de árboles y arbustos nativos.
Manejo de la finca
ganadera
Los impactos negativos más fuertes
sobre el suelo y la vegetación en las fincas ganaderas se observan en los
sitios de mayor movimiento de los animales: los caminos, corrales, y el acceso
a bebederos y saladeros. En las fincas de montaña se forman surcos profundos y
en las tierras planas los senderos se compactan cada vez más. En todos los
casos, el agua que no se infiltra en estos sitios genera escorrentía que
erosiona las tierras aledañas. En las fincas lecheras muchos ganaderos han
optado por cubrir con cemento o ladrillo los caminos del ganado, pero esto
genera nuevos problemas porque además reducir el área de producción de
forrajes, aumenta los la cojera de las vacas lecheras durante los periodos
lluviosos.
Cargas animales
adecuadas
Cada ganadero debe
conocer cuánto forraje tiene disponible en un potrero determinado para calcular
la carga adecuada en cada rotación En ningún ecosistema se debe permitir que el
ganado permanezca indefinidamente en un mismo potrero; todas las praderas necesitan
subdivisiones para favorecer la recuperación de los forrajes y proteger los
suelos. El ganado debe moverse en franjas con períodos prolongados de descanso
que garanticen la recuperación de las leguminosas rastreras. En los sistemas
silvopastoriles intensivos, la rotación del ganado debe permitir la
recuperación adecuada del estrato arbustivo de leucaena o botón de oro
No existe peor maleza que el suelo desnudo
El sobrepastoreo, la aplicación exagerada de herbicidas y la limpieza
mecánica excesiva dejan áreas desnudas o calvas en los
potreros, que se erosionan fácilmente. Un potrero bien manejado debe tener una
cobertura total del suelo, es decir, no deben tener parches de suelo desnudo.
Por esta razón, el control químico o mecánico de malezas debe ser acompañado de
la siembra inmediata de las áreas desnudas. Todas las plantas conocidas
peyorativamente como malezas, incluso las más tóxicas y espinosas, ayudan a
conservar el suelo. En otras palabras, las prácticas de limpieza deben ser
respetuosas del suelo.
Recuperación de suelos
compactados
La compactación es
una de las principales manifestaciones de la degradación en los suelos
ganaderos y tiene un fuerte impacto sobre la productividad de la ganadería
porque limita o impide la infiltración del agua, dificulta el crecimiento de
las raíces y puede atrofiar el desarrollo de las plantas. La compactación
afecta la fertilidad del suelo al reducir la actividad biológica, que se
concentra en 10 cm más superficiales. El reto de la ganadería sostenible
consiste en renovar las praderas sin cambiar la cobertura.
Fertilización
de los potreros
Cada ganadero debe
conocer las propiedades químicas, físicas y ojalá también las biológicas de sus
suelos. En varias regiones de Colombia los productores están haciendo
fertilizaciones excesivas que acidifican el suelo, deterioran la calidad del
agua y disparan las poblaciones de insectos plaga tales como los chupadores de
los pastos. Varias investigaciones han mostrado que la fertilización
nitrogenada reduce el espesor de la pared celular de las gramíneas
y las hace más susceptibles a insectos chupadores como el chinche Collaria
scenica y el lorito verde que afectan al pasto kikuyo. Por otra parte,
el nitrógeno se volatiliza muy rápido; cerca de 30% de esta pérdida ocurre en
el momento de la aplicación. Una fertilización órgano-mineral ofrece un mejor
balance de nutrientes para las gramíneas que la fertilización nitrogenada
convencional.
Reciclaje de nutrientes
en el sistema.
Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Los productores ganaderos deben entender y valorar el papel de los organismos del suelo en conservar la fertilidad y la capacidad productiva del mismo. Al mantener una combinación adecuada de plantas forrajeras y especies leñosas en los potreros es posible aumentar la producción de biomasa e incorporar más materia orgánica al suelo. Una mayor densidad de raíces en el potrero significa mayor actividad de los organismos del suelo, un reciclaje más eficiente de los nutrientes, menor dependencia hacia fertilizantes externos y mayor retención de humedad en el suelo durante los períodos secos.
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