practicas de manejo suelos ganaderos


Para la mayoría de ganaderos la parte más valiosa de su patrimonio es el ganado. Otros productores consideran más esenciales aún, la cobertura vegetal y las aguas de la finca. Sin embargo, se puede argumentar que el suelo de la propiedad es un patrimonio más importante, aunque subvalorado. Esto se debe a varias razones:

  • El suelo soporta todo el sistema productivo al sostener el crecimiento de la vegetación y la producción de forrajes para los animales.
  • El suelo contiene el mayor depósito de agua de los agropaisajes tropicales.
  • La formación, evolución y desarrollo de los suelos son el resultado de procesos mucho más antiguos y prolongados (milenios) que aquellos que dieron origen a la vegetación natural de los bosques o sabanas o a los pastos y forrajes ganaderos.
  •  El suelo es en sí mismo un ecosistema complejo moldeado por procesos geológicos, físicos, químicos y biológicos.
  • Los animales y la vegetación pueden ser reemplazados con tiempo y esfuerzo, pero es mucho más difícil reemplazar los suelos perdidos o restaurar la fertilidad en los suelos degradados. Esto aplica también para los recursos hídricos.
Ante la intensa sequía que viven hoy las regiones Caribe y Andina, la preocupación por el suelo parece secundaria frente a la lucha diaria de los productores para garantizar el suministro de agua y forrajes para el ganado. Pero la realidad es que del manejo que hagamos en este momento de los suelos ganaderos dependerá en gran medida la erosión que van a sufrir las fincas cuando regresen las lluvias. 

practicas Manejo del suelo ganadero para reducir la erosión


Planificar el uso de la tierra en la finca 
El punto de partida debe ser una planificación de la finca orientada a concentrar la ganadería en las tierras más aptas para esta actividad y destinar los terrenos más pendientes a bancos mixtos de forrajes con árboles y otras actividades forestales, agroforestales o de conservación. Se debe evitar el pastoreo en las laderas y cerca de las quebradas, ríos, ciénagas y otros cuerpos de agua.





Preparación de potreros

Los ganaderos progresistas, que entienden la necesidad de producir leche y carne conservando los recursos naturales, deben aplicar los principios de la labranza de conservación: el suelo no se remueve; la descompactación se lleva a cabo con implementos apropiados como el arado de cincel o los subsoladores; se trabaja sobre curvas de nivel y se emplean siempre coberturas vivas o muertas sobre el terreno. Es necesario abandonar las prácticas destructivas de preparación de los potreros que involucran el uso del fuego, el arado de disco, la rastra pesada y la eliminación de árboles y arbustos nativos. 



 Manejo de la finca ganadera 
Los impactos negativos más fuertes sobre el suelo y la vegetación en las fincas ganaderas se observan en los sitios de mayor movimiento de los animales: los caminos, corrales, y el acceso a bebederos y saladeros. En las fincas de montaña se forman surcos profundos y en las tierras planas los senderos se compactan cada vez más. En todos los casos, el agua que no se infiltra en estos sitios genera escorrentía que erosiona las tierras aledañas. En las fincas lecheras muchos ganaderos han optado por cubrir con cemento o ladrillo los caminos del ganado, pero esto genera nuevos problemas porque además reducir el área de producción de forrajes, aumenta los la cojera de las vacas lecheras durante los periodos lluviosos. 


Cargas animales adecuadas
Cada ganadero debe conocer cuánto forraje tiene disponible en un potrero determinado para calcular la carga adecuada en cada rotación En ningún ecosistema se debe permitir que el ganado permanezca indefinidamente en un mismo potrero; todas las praderas necesitan subdivisiones para favorecer la recuperación de los forrajes y proteger los suelos. El ganado debe moverse en franjas con períodos prolongados de descanso que garanticen la recuperación de las leguminosas rastreras. En los sistemas silvopastoriles intensivos, la rotación del ganado debe permitir la recuperación adecuada del estrato arbustivo de leucaena o botón de oro


No existe peor maleza que el suelo desnudo  

El sobrepastoreo, la aplicación exagerada de herbicidas y la limpieza mecánica excesiva dejan áreas desnudas o calvas en los potreros, que se erosionan fácilmente. Un potrero bien manejado debe tener una cobertura total del suelo, es decir, no deben tener parches de suelo desnudo. Por esta razón, el control químico o mecánico de malezas debe ser acompañado de la siembra inmediata de las áreas desnudas. Todas las plantas conocidas peyorativamente como malezas, incluso las más tóxicas y espinosas, ayudan a conservar el suelo. En otras palabras, las prácticas de limpieza deben ser respetuosas del suelo.




Recuperación de suelos compactados
La compactación es una de las principales manifestaciones de la degradación en los suelos ganaderos y tiene un fuerte impacto sobre la productividad de la ganadería porque limita o impide la infiltración del agua, dificulta el crecimiento de las raíces y puede atrofiar el desarrollo de las plantas. La compactación afecta la fertilidad del suelo al reducir la actividad biológica, que se concentra en 10 cm más superficiales. El reto de la ganadería sostenible consiste en renovar las praderas sin cambiar la cobertura. 

Fertilización de los potreros 

Cada ganadero debe conocer las propiedades químicas, físicas y ojalá también las biológicas de sus suelos. En varias regiones de Colombia los productores están haciendo fertilizaciones excesivas que acidifican el suelo, deterioran la calidad del agua y disparan las poblaciones de insectos plaga tales como los chupadores de los pastos. Varias investigaciones han mostrado que la fertilización nitrogenada reduce el espesor de la pared celular de las gramíneas y las hace más susceptibles a insectos chupadores como el chinche Collaria scenica y el lorito verde que afectan al pasto kikuyo. Por otra parte, el nitrógeno se volatiliza muy rápido; cerca de 30% de esta pérdida ocurre en el momento de la aplicación. Una fertilización órgano-mineral ofrece un mejor balance de nutrientes para las gramíneas que la fertilización nitrogenada convencional. 


Reciclaje de nutrientes en el sistema.

Este punto está íntimamente relacionado con el anterior. Los productores ganaderos deben entender y valorar el papel de los organismos del suelo en conservar la fertilidad y la capacidad productiva del mismo. Al mantener una combinación adecuada de plantas forrajeras y especies leñosas en los potreros es posible aumentar la producción de biomasa e incorporar más materia orgánica al suelo. Una mayor densidad de raíces en el potrero significa mayor actividad de los organismos del suelo, un reciclaje más eficiente de los nutrientes, menor dependencia hacia fertilizantes externos y mayor retención de humedad en el suelo durante los períodos secos. 



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